martes, 23 de enero de 2018

Perdon

"Perdón se le pide a Dios"  Fueron sus palabras. Mi cuerpo tiritaba ante el susurro de su voz en mi oído, en el aire que botaba calentando mi piel. La oscuridad era infinita pero sus manos, tan frías y rudas llegaban a quemarme de dolor. Siseé sin poder evitarlo y me soltó. Se apoyó en el muro a su espalda y me miró de forma impertérrita, esperando. Yo no tenía puta idea de que quería, siempre estuve segura que pedirle perdón, aunque no lo sintiera, bastaría. Me había funcionado al menos en tres ocasiones anteriores con otras personas, ¿porqué con el sería diferente? Olvidé oportunamente que él no es cualquiera y que me conoce mejor que nadie, que tenemos un pacto en el cual el terminará devorando mi alma a cambio de todos los caprichos que yo quisiera durante mi vida y que ni Asmodeus ni nadie podría salvarme (con excepción , tal vez de un necrófago suficientemente fuerte para matarlo o lo que sea que haga él). Olvidé también que el detesta que yo finja algo que no siento y que antes que todo la sinceridad es un pilar de nuestro trato. Él solo arqueó una queja y sus insoldables ojos castaños me miraron superficialmente antes de pasar de mi, ignorándome. Y no lo soporto. El es MIO, jodida mierda, yo lo invoqué y es mío y aún así me ignora como si solo fuera una más, no quien le regaló su alma, no a quien le debe protección y todo lo que ella quiera, jodida mierda. 
El ruido alrededor sigue aumentando, la gente trata de prender las luces, sin embargo sé que es él quien maneja la electricidad del lugar para que no funcione, no importa cuantas linternas prendan, no iluminaran mas que un trozo del lugar, nada muy claro. Y yo, sabiendo eso, y maldiciéndolo en todos los idiomas que conocía, que no eran muchos cabe decir, me puse enfrente de él. 
"Si dices, que Perdón se le pide a Dios...¿debo suplicarte misericordia?" Le susurré. Mi mano lentamente se va a sus pantalones, tan mundanos como los de cualquiera, y desabrochan los botones.  Él me ayuda un poco y me mira con sus ojos apenas iluminados, Yo solo me arrodillo. 
Sé que la luz la maneja él, y también sé que no me dará mucho tiempo. Empiezo rápido y él me tironea el pelo para que vaya mas profundo y lento. Me atraganto un poco, pero sigo adelante y con mis manos trato de ayudar a su placer hasta que no puedo más y me lo saco de la boca en afán de tomar aire. El solo toma mi cara y se corre manchándome el pelo, ojos boca y mejillas. Sigo maldiciéndolo por inconsciente, pero el ya está vestido y me sienta a horcajadas encima de él, su mano tomando cada rastro de si mismo y llevándolo a mi boca. 
"Sabes? Tu semen no es muy sabroso que digamos" Le menciono, aunque abro mis labios y chupo los dedos como si lo disfrutara. El solo ríe. me agarra muy fuerte el trasero y me inclina para susurrarme. 
"Claro que no lo hago por ti. Esa fue tu forma de pedirme misericordia y yo solo te di un punto final para después. Tu alma podré devorarla en pequeños trozos, pero estos pequeños gestos de placer también son una forma de devorarte. Y si me lo pides muy encarecidamente, podría hacer que tu tormento sea un placer sin fin, mi pequeña rosa, una donde solo tu alma sufra en éxtasis. ¿te gustaría? En vez de dolor, placer eterno... Podría dártelo, soy Larsson, y mía es la forma en como te como... si la humana que eres ahora, me da un éxtasis, yo puedo entregarte algo más que solo tormento doloroso después". Me aprieta nuevamente, de forma suave y yo me acuno en su pecho sin latido, el único lugar donde alguna vez lloré y él hace volver la luz al tiempo que me toma como nupcias y me lleva a mi cuarto. Yo vuelvo a llorar, y es que hace 4 días que Larsson no me hablaba porque estaba enojado. 4 dias de mutismo y ausencia que me tenían enferma. 
Larsson se acuesta conmigo y acaricia mi pelo buscando que me duerma. Sus caricias suaves me llevan al mar de duermevela calmo que tira de mi cuerpo cansado. Lo último que logro escuchar lejanamente fue un murmullo. "No vuelvas a lastimarte así. Tengo que protegerte, estoy enojado porque no lo logré". Yo trato de responder que no fue su culpa, que no podía proteger de mi misma y mi curiosidad pero la oscuridad, como un mar aparentemente calmo, me arrastro en sus corrientes y no volví a despertar.  


Larsson: Demonio cuyo nombre significa "Devastador de Almas" Comanda legiones en el Infierno. 

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