sábado, 28 de abril de 2018

Enojo:
Enojo es ese sentimiento de frustración mezclado con hartazgo al darte cuenta que la cadena no se rompe. Que el grillete sigue ahí y seguirá hasta quizás cuando.

martes, 24 de abril de 2018

El problema de cualquier tipo de relación, está en esperar que la otra persona entregue tanto como uno.
La equitatividad es subjetiva al punto de vista.
Es lo que pasó entre tu y yo por ejemplo.
Cada uno entregaba lo que consideraba como un todo.
Cuando ni tu ni yo estábamos satisfechos.
Necesito un par de cigarros en este momento.
Y tal vez, tal vez un vaso de de Whisky

domingo, 22 de abril de 2018

Cada día qué pasa los párpados pesan más.
Cada noche que sucede, las pesadillas vienen.
Insomnia y dolor.

viernes, 20 de abril de 2018

sueños

Considero que mis sueños a veces van volando tan alto que apenas alcanzo a vislumbrarlos como una posibilidad.
Pero, de todos, el mayor de mis sueños actuales es tener a un amigo o amiga que me espere en casa con un café, una conversación y un par de risas.
Claramente, estoy soñando muy alto.
En esta vida, exigir, pedir, esperar van de la mano.
Las preocupaciones superan la necesidad de hacer algo por el otro.
El egoísmo hace pensar que “estamos a la misma distancia”.
La envidia nos dice “porque el sí y yo no?”
Ya no hay espontaneidad en la amistad.
Tampoco hay espontaneidad en la vida.
Y mucho menos, hay demostraciones de cariño.
Todo es y será usado en tu contra.
Porque tenemos que ser iguales, fríos, apáticos.

jueves, 19 de abril de 2018

Hola

Hola.
Me extrañas? 
Yo si. 
Es extraño el notar tanto tu ausencia cuando jamás estuviste ahí. 
Con el tiempo me di cuenta que realmente no escuchabas para entender, sino para rebatir.
Un ser humano en todo...como todos los demás.
Te cuestionas tu humanidad y eres igual de egoísta que todos nosotros. 
Exactamente los mismos defectos que todos tenemos. 
Deberías estar feliz no? 
O al menos, deberías estar tranquilo. 
Las heridas que te cause cada día que te hablé ya deben estar sanando, o al menos ya no deben sangrar. 
Oh, yo se que no me vas a poder olvidar.
Cómo podrías? 
Fui tú peor elección, y el error más grande que cometiste.
Cuando te creíste lo suficientemente inteligente.
Y aceptaste esto como un juego. Y te volviste adicto. 

sábado, 14 de abril de 2018

Promesas

La gente promete no ser perfecta pero si promete para siempres cuando no son capaces de determinar si mañana vivirán otro día. Claro, el tiempo es relativo y en caso de muerte del que prometió se cumplió, pero qué pasa con el que se queda aquí? Al final es quien escucho la promesa y quien realmente nota que la imposibilidad del ser se sobrepone incluso al amor más fuerte del mundo.

jueves, 12 de abril de 2018

Hoy

Esta noche te extraño más que nunca, que siempre, que cualquier continúo tic tac del reloj. El tiempo avanza de forma relativa y es cierto, pero considero que las noches tienen algo que permiten que cada segundo sea más intenso de forma individual independiente de cuanto realmente piensan que dure. Pero no solo pasa con el tiempo, también pasa con el silencio, resuena más profundo en la mente y en los huesos, también pasa con los sabores como cuando te sirves un café y hasta los nervios de los dientes disfrutan ese pequeño líquido caliente que degustaron. E incluso con los aromas, como el aroma de la piel ajena que te llama o al rechazo o la necesidad de probar y tocar más allá. La noche le da intensidad a las situaciones y las cosas  como si hubiera alquimia y magia entremezclados con los secretos de la transición del día o como si el sol dejara una estela que reaccionara distinto ante el baile suave que realiza la luna en su pasar. O mejor, como dice una canción “la noche esta hecha para decir cosas que en el día no se dicen”.
Y hoy, esta noche, quiero decir que te extraño. Y tengo terror en mi cuerpo y las manos me tiemblan y las ansias juegan conmigo creándome situaciones completamente probables pero totalmente imposibles. Y no puedo respirar bien, mi corazón duele en cada latido mientras el silencio de la habitación retumba dentro de mis oídos. Y busco aire, pero el cansancio me gana y las lagrimas caen y caen mientras peleo por normalizarme pero incluso ahora, mientras escribo, las manos me tiemblan y el corazón duele de una forma malditamente nueva. Y mientras escribo esto, los párpados empiezan a pesar y mi corazón duele aun más pero ...

Ansiedad

Dícese de la sensación en la panza de gusanos, producto de una sobreestimulación de pensamientos. 

martes, 10 de abril de 2018

El Orbe.

Han pasado Eones, desde la última vez que salí de aquí. Estas paredes se transformaron en mi mundo. Esta cueva, la misma de siempre, desde hace mucho tiempo atrás. Los  huesos y cuerpos apilados a mi alrededor sin un orden, muertos, deberían indicar una señal de tener cuidado, de mantenerse alertas pero igual seguían viniendo más y más soldados, mercenarios, criaturas mitológicas y del infierno.Todos a por lo mismo. Su poder. Eso que crea y destruye, el poder de un Génesis custodiado y dormido en este lugar. Afuera, existía una guerra cruenta. Distintos Dioses que nacen una y otra vez, enfrentados unos a otros, contra Hechiceros y entre ellos mismos, Seres Elementales, Arcanos, usando su naturaleza propia en afán de ser el último, el ganador indiscutible, de mover el mundo a su disposición de acuerdo a sus necesidades si consiguen éste preciado tesoro. A veces, estos enfrentamientos eran catastróficos y demasiado poderosos, la tierra se estremecía cada tanto, dando la sensación de no aguantar a tanto poder desatado. 
De la nada aparece una luz, un ojo espía que observa todo alrededor, que me observa, gira sus ojos a través de las guardas y desaparece luego de parpadear. Tiempo despues, se escucha el ruido de interferencia que aprendí a reconocer como una aparición Arcana.  Un ser, en medio de un velo de energía roja translucida. Todo en él, me recordaba al fuego. Pelo largo de fuego, piel broncínea dorada y sus ojos... sus ojos marrones veteados de oro brillando con codicia inusitada. En dos movimientos tengo una daga en el pecho y me dejo caer. Sangre cae de la herida. Y  ese ser, su mano del mismo tono dorado broncíneo que el resto de su cuerpo, coge ese pequeño orbe que sostenía en mi centro y que dejé caer cuidadosamente al suelo. El orbe se queda ahí, en su palma girando en su eje de forma alarmante, palpitando, creciendo y emitiendo destellos coloridos y el  ser aguanta la respiración hasta que todo pasa, hasta que esa esfera empieza a calmarse, para volver a caer en la palma de la mano, como si hubiera sido consumado. Puedo ver, el momento en que él suelta la respiración.
Y luego, el terror. 
La cueva empieza a desmoronarse, el suelo se parte en pedazos llevándose algunos cadáveres hacia la profundidad. bajo cada resquebradura,  un aroma a azufre empieza a salir  y algo naranjado brillante empieza a emerger lentamente, cada vez más hacia arriba. Y puedo ver como ese ser (un Arcanísta, me digo a mi misma, intentando recordar) intenta, desesperadamente, salir. El Orbe, que estaba en su mano, lo acuna contra su pecho e intenta desaparecer por un hechizo arcano, la misma forma que entró, asumo. Su poder se reune y se ven un montón de chispas broncíneas  mezcladas con rojas empezar a aparecer a su alrededor chisporroteando cada vez más como si algo hiciera interferencia hasta que , finalmente, se agotan y desaparecen. Y en su rostro vuelve el pánico al notar que no ha salido de la cueva, que sigue siendo alcanzado por esta marea y que ésta ya está a centímetros de su cuerpo. Puedo ver como mira alrededor buscando una salida, sus ojos como un zorro enloquecido. 
.- Puedo ayudarte-. Le digo. La daga en mi pecho como conexión con su esencia, le hablo directamente a su miedo, a su orgullo y todo lo que es él.- Puedo ayudarte -. Repito. 
.- ¿Quién es? Muestrate!- Responde, asustado. Su mente, puedo ver, es un caos. Hechizos en su mente, sacrificios necesarios para desatar dicho poder. Busca salidas incluso ahora, una mente lógica y astuta. Un alma retorcida baila en su interior. 
.- Hecha y Deshecha. Locura y Astucia, soy los suspiros que quedan de tu vida. Astuto ladrón, pedazo de zorro, pequeño mentiroso, puedo sacarte de aquí. ¿quieres salir? -. Lo veo asentir, frenético .- te puedo sacar, artero cruel, pero ¿ qué me darás a cambio? -. Trata de hablar, pero falla. el calor, el azufre lo empiezan a sofocar, pero su mente se abre para mi, me muestra su respuesta: "Lo que quieras" me dice, su sangre me baila alrededor, sus huesos ruegan por no morir en el infierno que se abre a sus pies. El terror pintando sus facciones de forma conmovedora. 
.- Suelta aquello que tomaste, ilusionista farsante, deja aquello que es propio de éste lugar y podrás volver. Su poder, su habilidad, no es para el exterior. No es para un Arcano como tú. No debe dejar esta roca hasta que el momento sea propicio y ese día no es hoy. Si lo sueltas, y prometes por tus huesos no volver, podrás salir tal cual entraste aquí -. 
Veo su rostro enfurecerse, torcerse en una mueca de odio.¡ Son Años dedicado a ésto!, me gritó a través de su sangre, en la conexión de su daga. Su satisfacción personal saber que lo había encontrado. Pude ver su historia, sus años de dedicación a la investigación para encontrar esta fuente de poder, su propósito de utilización. Y supe, antes de que el mismo supiera, cual iba a ser su respuesta.
Lentamente, como si toda una vida le llevara hacer este movimiento, El Arcanista saco de su pecho el orbe. Lo miró palpitar en su palma y dijo, con una voz profunda y poderosa. 
.- No -. 
Su mano, broncínea, empezó a moverse alrededor del orbe, dándole su poder en afán de comandarlo. Una cinta de color rojo iridiscente conectó a ese orbe desde su piel, y pude ver como intentó usar el mismo hechizo de Transportación Arcano, pero usando el orbe como catalizador principal, como sacrificio. Pero el orbe absorbía su poder y solo reflejaba un leve brillo, no esa incandescencia propia que salía en los libros que él mismo, me había mostrado en sus recuerdos, había  traducido y leído. Pero él, astuto arcano, intentó una vez más, dando mas brillo, mas fuerza vital, y pronunció en su mente, en su sangre en sus huesos el conjuro, su miedo deslizándose de él en algo tangible. Y el orbe brillo, brillo y se incendió en su mano, mutó y se transformo en la misma lava que el intentaba evitar y lo bañó, entero, dejándolo sin huesos ni ceniza que esparcir. Su cuerpo y esencia se borró para siempre del mundo y el orbe se fue acomodando, calmando hasta que la cueva dejó de temblar y resquebrajarse, y todo empezó a volver a la normalidad. El suelo volvió a unirse, un par de cadaveres y huesos perdidos para siempre en la lava  y la oscuridad fue atenuada por la misma luz de siempre. 
Me senté, saqué la daga de mi corazón y fui flotando lentamente hasta el orbe el cual cogí con un trozo de mi túnica. y lo dejé en donde estaba inicialmente. 
Como guardíán de éste poder, he visto muchas veces llegar a estos visitantes, de corazón retorcido y planes perversos. Astutos, Inteligentes, Lógicos, algunos Dementes en rigor de la palabra. Todos cogen el orbe y prefieren conservarlo, suponiendo que lo dominan, que lo merecen. No se dan cuenta de que todo es una trampa hasta que es demasiado tarde. Para todos. Pero sobretodo, para ellos y sus vidas las cuales perecen, una y otra vez. Sin derecho a renacer por sus pecados en éste mundo. La codicia, pensé, será la causa de muerte de muchos más. 

lunes, 9 de abril de 2018

Pensamientos Psicopaticoamorosos

Es casi ya una tradición venir y sentarme en éste adorable lugar, pedir un café o un chocolate caliente, ambos bien cargados y simplemente mirar como pasean las personas que asisten a este lugar. Comensales a mi alrededor cuchichean en un tono moderado, un par de privados limitan el rango auditivo y los besos que se da una pareja a mi izquierda hace que todo sea aún más atenuado. Consciente de que mi café solicitado ya llegó, miro el reloj y cuento el minuto que aún falta. A los 54 segundos, la campanilla suena abrupta y mi corazón se acelera al ver ese ínfimo desarreglo, ese imprevisto que puede alterar todo el plan. Siento unos pasos pesados, profundos y su figura aparece recortada por la luz de la lampara, enmarcando su cabello castaño oscuro veteado de gris y unos ojos cansados por horas insomne de trabajo arduo. Se sienta pesadamente en la mesa adyacente a la mía y descansa su cabeza en el respaldo de esa poltrona tan particular. Mira el menú con una atención inusitada, llama al mesero y pide un Chocolate Caliente, espeso y fuerte. Pide también un Sandwich de nombre "Philly Cheese" y cuando el mesero se va, saca su computador para seguir trabajando. Se abren pantallas negras con letras que no logro entender con multiples colores, cada una, según alguna vez leí, explicando algo: "comandos".  Lentamente empiezo a ver como se esfuerza, y mira una y otra vez un reflejo de su creación, un campo abierto, castillos y batallas, poderes y posibilidades que el manipula para su gusto. Y el corazón me palpita fuerte en el pecho, mientras lo observo, su mirada fija, mordiéndose las uñas de forma inconsciente, buscando en internet alguna explicación de algo que al parecer no le funciona del todo bien, mientras lo veo comerse su sandwich y su chocolate caliente, sin fijarse más que en no manchar el teclado de su computadora y trabajar. Absorto en su mundo, sus detalles, sus luces y sombras. Y mi panza se vuelve un montón de cosquillas, mariposas, mientras sumo las energías y las peleas internas, mientras pienso que debo hacerlo hoy, hoy y no mañana y repaso todo lo que sé de él. Informático, Zurdo, le gusta la crema de zapallo y la comida casera simple, creador, de mala memoria y excelente lógica, con panza producto del exceso de comida rápida, mal madrugador y vive a 5 cuadras de donde viene a "desayualmorzar". Le gustan los gatos, es algo irresponsable y hace 2 semanas que me enamoré de él cuando me trajo a este mismo café en brazos después que me torcí el tobillo y me sirvió de su propio chocolate caliente. Creo que la vida tiene algo para ambos, de eso estuve segura desde el segundo en que el me miró, me miró a mi y no a mi chaqueta, mi delantal blanco y me sonrió, me ayudó. Y estoy segura que esto que siento es amor y que debemos estar juntos, porque el es para mí y yo seré lo que él necesita. Estoy segura, completamente. Estoy, estoy... 

Se fue. Otra vez se fue. Y otra vez no pude hablarle, no pude moverme de la silla, pensando. Culpo infinitamente a esos 6 segundos de diferencias que arruinaron mi perfecto plan de presentarme como la mujer se su vida.  

domingo, 8 de abril de 2018

Sueño 08/04

Una habitación de color blanco. 
Cortinas del mismo color que esconden el sol. No hay muebles, solo una cama con sábanas y cobertores prístinos y albinos, una almohada y encima... un cuerpo. Era yo. Soy un observador testigo de mi misma. El único punto de color son los  mechones sueltos de un rojo desvaído, mis manos apoyadas aparentemente cómodas en los costados del cuerpo, el rostro ausente, sin emoción alguna que demuestre algo. Piel blanca, venas azules y lilas que dan un movimiento continuo donde se logran observar, que demuestran el corazón latiendo. 
Todo Blanco. 
Pasan horas. Pasan días. Por el costado observo como anochece  y vuelve a amanecer 3 veces. El teléfono suena, en la almohada contraria, pero mi cuerpo lo mira y lo deja estar. El segundo día aparece un Televisor, sin embargo es ignorado. Aparecen libros, dulces y café al tercer día y sin embargo todo queda intocado. A veces, mi cuerpo lo mira. Hay un leve brillo de reconocimiento en los ojos de forma fugaz, pero jamás lo toca. Y así pasa el tiempo de aspecto eterno.
El tercer día, despierto dentro de ese cuerpo. 
Abro mis ojos y siento que el cansancio me golpea. Siento que mi interior esta atenuado por este cansancio. Una pared pesada y transparente que me carga y me deja postrada en la cama. Cada uno de los movimientos que vi que hacia mi cuerpo me parecen tareas titánicas. Y lo entiendo, cuando aparece el café de la mañana y ella, aunque le guste, lo ignora por que no le gusta lo suficiente. Y también entiendo aún más cuando no contesta el teléfono, porque , aunque sea fácil contestar, no siente que hablar por teléfono le deje algo, porque no le importa, porque está cansada. Y también entiendo, cuando pasan las horas y ella, mi cuerpo, no se mueve. Y me da temor, un poco. 
Y pasan 3 días más, los cuales son iguales a los que viví siendo testigo de ésta apatía. Como si tuviera que revivirlo, entenderlo a fondo, darle un sentido al sueño. Y claro, supe, de repente que era un sueño, pero aún así, al despertar miré las cortinas de mi habitación solo para comprobar que no eran blancas. Y no recordaba ni mi nombre. Ni quienes viven conmigo, en realidad, fue como si nada me interesara. Como si esa apatía hubiera tomado un camino cercano al consciente, como si hubiera avanzado un poco más y empezara a dominar mi cuerpo.