sábado, 21 de enero de 2017

Arañas

Las arañas se me suben a la cama. Y esto es literal.
Mientras duermo se pasean entre mis muslos y por mi cuello.
Desperte con una en la nariz.
Las arañas no me pican, solo una me orinó.
Me dejo una herida en el muslo que aún no para de supurar.
Me dicen que talvez me hecharon mal de ojo.
Que tengo que poner veneno, azufre, canela.
Pero en realidad solo dejo que caminen.
Las arañas me acompañan a estos días en que estoy sola.
Sea mal de ojo o calor, sea que me terminen picando y envenenando,
Sea que me vaya a morir igual en esta cama o no.
Las arañas me caminan, me acompañan
Y por mucho que las mate, no desaparecen.
Por que la naturaleza llama.
Y los recuerdos anulan las defensas.


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