martes, 24 de enero de 2017

hielo

El día termina lentamente, la luz se está apagando ya y el calor deja paso a una brisa que te da escalofríos mientras camino. Las penumbras invaden la habitación y dan formas extrañas a las pocas luces que se asoman desde el Televisor y los mensajes que a veces aparecen. 
Las penumbras son extrañas, porque suelen acompañarme cuando más sola me siento y cuando fisicamente estoy como se dice por ahi "a la buena de Dios". El corazón me late extraño, lo siento a medias, a veces me duele y a veces me apago, pero son sucesos espaciados y esperables. 
El frio vuelve a mi, el hielo está en mis dedos mientras tecleo y empieza a aguijonear mis talones impidiendome caminar a por agua o ayuda, El hielo me obliga a quedarme quieta mientras las penumbras me acompañan con sus formas tenebrosas. Hay una forma parcialmente lobuna que tengo a mi costado y que pareciera que aulla de forma desgarradora. Incluso pude escuchar su lamento hasta que me di cuenta que era la reja oxidada de un negocio que está enfrente. 
Cada vez está mas oscuro y siento que deberia hacer algo por mi, pero sinceramente el hielo llega a mis rodillas y siento la espalda congelada. Me estoy volviendo fría, y mi cuerpo pareciera tiritar pero no lo siento, sé que mis manos están escribiendo pero no las siento, sé que mis ojos estan parpadeando pero solo la falta de vision por medio segundo me confirma que lo estoy haciendo, el hielo está afectando mi sensibilidad. 
Vuelvo a ser una escultura de hielo, solo que ahora, me acompaña un lobo en penumbras. 

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