viernes, 13 de enero de 2017

Penumbras de un sueño.

A veces cuando el cansancio gana y el corazon exige descanso mi cerebro apaga el botón que dice "a toda máquina". Cuando eso ocurre, no importa el lugar ni la hora ni que esté yo haciendo, el sueño invade mis párpados y pierdo horas del día cual narcolepticaen crisis no medicada.
Acabo de pestañear y perdi 10 minutos de mi espera, pero entre esos minutos mi cerebro me mostró una escena que ya no logro recordar del todo bien, pero si recuerdo la lluvia, el camino y la tumba. Recuerdo el sentimiento, la tierra lloraba y la gente alrededor seguía lamentándose. Recuerdo ecos de gritos desgarradores de un hombre aferrado a un féretro blanco como la luna y con luces de vela alrededor. Recuerdo que quienes llevaban el féretro lloraban sin parar pero en silencio. Recuerdo que no había Rosas en los pocos detalles florales que habían. Y solo seguía escuchando a aquella persona llorar desgarrada ante el féretro que jamás se abrió.
No recuerdo Más.

Oh, si recuerdo algo.
En algún momento estuve dentro del féretro antes de elevarme y ver dicha escena.

Y desperté como si me faltara el aire, como si la vida se me arrancara de las manos y los suspiros se me han escapado desde entonces sin poder controlarlos.

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