miércoles, 11 de enero de 2017

Penumbras

Escribir no es normal.
Escribir siempre será un ejercicio de masoquismo, asi como leer a veces puede llevarte a ser sadica.
Leer y encontrar placer o dolor depende intrínsecamente del masoquista pero tácitamente del sadico al interpretar que quiso decir la espalda rota que está leyendo.
Escribir destruye. No solo fronteras físicas, sino las que te mantienen de una pieza frente a los demás.  Puede ser como un clavo que con un toque correcto rompe una pared completa o al menos la resquebraja. Leer puede recordarte esas heridas. Puedes revivirlas por medio de otras palabras que evocan el mismo sentimiento.
Escribir y Leer no es normal.
Es fácil vivir en la burbuja de la ignorancia.
Pero escribir y leer son mis placeres culpables. Y puedo destruir y pueden destruirme al igual que cualquier vicio.
Cafe, cigarros, palabras, puntos, cortes y pausas. Los vicios que matan lentamente.
Como leí por ahí, a la sociedad no le importa si te suicidas lento. Solo le importa que no sea rápido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario