jueves, 23 de noviembre de 2017

Cuento de navidad.

Nadie pudo prever lo que sucedió. Es que era tan común para todos el burlarse de los cuernos pequeños y la nariz roja de Rodolfo, que ya era un hábito. Sobretodo para Raúl, que se consideraba su amigo. Al parecer, esa amistad le dio un puesto privilegiado al ser el primero en morir de un solo golpe. Todos los demás asesinatos fueron una mezcla de carne, tortura, terror y gritos ahogados suplicando misericordia. Claramente ninguno fue escuchado, los villancicos que sonaban fuertemente  en las casas aledañas de pueblito polo norte.
La navidad fue suspendida al día siguiente de forma internacional. No había quien entregara los regalos.

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