lunes, 27 de noviembre de 2017

Horas

2 am. 
Yo consolando la inexistente autoestima de un tipo venido a menos, que sufre por su incapacidad creativa y sus problemas personales.

2:15 am 
La risa de mi boca no puede parar de sonar, de burlarse de la realidad presentada, como el inicio de un cuento de hadas que, para variar, en realidad será demasiado tenebroso. 
Porqué no partir directamente con el terror? 
Ser claros es algo que hoy en día está sobrevalorado. 
Todos mienten. Incluso tu mente te engaña.

2:30 am 
El dolor por la risa se transforma en dolor de verdad. Mi estómago se queja, calambres propios de los días femeninos no ayudan. 

2:47 am 
Vomitar. Vomitar la comida, el agua, la bilis. Expulsar sangre por la boca y seguir con otra arcada en que sientes que los pulmones se te van a caer dentro de ese desperdicio. 

3:07 am
Despertar en el suelo del baño y tambalearme a la cama. 

3:13 am 
No podemos dormir, no podemos cantar, solo queda imaginar...

3:19 am 
Empiezo a considerar la filosofía mientras el techo cae sobre mi, extendiendo tentáculos de sombras que se hacen jirones. 

3:21 am 
La mente es una cosa extraña. Las sombras toman formas, relatan una historia, pero cambian algunos parajes en algo más tenebroso. Veo a la muchacha ignorando él mensaje de “cuidate” y se lanza sin más al vacío de sólo existir. Veo que la sangre maña de sus brazos producto de un accidente que inconscientemente provoca, veo cómo se esconde en sonrisas falsas. Veo cómo mira los mensajes de su teléfono sin reconocer sus emociones hasta que finalmente... finalmente ya no le importa nada. 

3:42 am 
Esta vez las sombras muestran una escena distinta, la muchacha cae al piso y la sangre sale por su sien izquierda producto de un disparo ajeno. El teléfono en su mano solo tiene la luz prendida antes de ser robado por el perpretador del asalto. 


4:00 am 
Suena una canción a lo lejos, asumo que el vecino es el que practica. 

4:03 am
Baño. Urgente. Vomito hasta el cansancio y la bilis deja un hilo de mal sabor hasta mi esófago. Me quedo mirando las sombras por si viene otro ataque. 

4:20 am
El sueño me reclama, las pesadillas me necesitan como protagonista. Viejos recuerdos y dolor. 

5:30 am 
Despierto. 




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