martes, 14 de noviembre de 2017

Número 3

Te quiero así, como eres. Con tus celos ridículos que me gustaba provocar y que te hacían fruncir el ceño. Te quiero así , con esas tristezas y enojos inherentes en tu alma, con ese autodesprecio que tienes pegado en la piel y con esa mueca- media sonrisa despectiva - que hacías cuando la ironía brotaba de tus labios. Te quiero así, explosivo, sincero y con las intransigencias producto de la terquedad que posees. Te quiero y no te cambié ni lo buscaba, Te quiero aunque jamás me quieras volver a ver, porque tu "lo sabes" y "yo" lo sé.  Porque así como yo misma te quise tal cual eres,  no te culpo por no lograr quererme como me gustaría a mi, porque tu eres distinto, y así como no puedo obligarme a olvidarte, no te puedo obligar a acercarte y  me quedo con esos momentos robados del tiempo donde nuestras miradas se cruzaron, nuestros destinos se entrelazaron y lograron trenzar una historia que comenzó con un hola y terminó con esta reflexión.
 

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